González se despidió de la Ciudad Jardín con un triunfo sobre Ventura
Feñita festejó con puro punchi-punchi
Junto a un partner y dos rubias infartantes, el flamante campeón de Viña llegó al Kubic, en Valpo, para bailar por su noveno título ATP.
POR TERCERA VEZ
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Era tarde. El reloj marcaban las 4 de la madrugada ya del domingo y la movida electrónica en el nuevo local Kubic, en el muelle Barón en Valpo, estaba guateando porque las bebidas energéticas se habían acabado con tanto acalorado punchi-punchi.
Pero aún había patria, ciudadanos. Y los más valientes, que prefirieron apagar el celu y fondear el reloj, tuvieron su premio. Porque privilegiados fueron los kamikazes del carrete, que por quedarse hasta la hora del gualala, pudieron compartir nada menos que con el Feña González que acababa de levantar su tercera copa en Viña.
Acompañado de un partner y piloto inseparable, el mano de bazuca se teletransportó al lugar para gozar con la música electrónica y el diario pop fue el único testigo del momento en que "Mano de Piedra" hacía su ingreso con dos infartantes rubias.
Eso sí, al número uno de Chilito no le gustó para nada que hubiera cámaras. De hecho, se empelotó al cachar el flash, pero pronto se le calmó la vena ya que la noche estaba para puro gozar. "Déjenme celebrar tranquilo", fue lo único que atinó a decir González.
A CAPELA
Antes del elongamiento recreativo en la disco, el Feña repasó lo que fue la cosecha de la novena copa de su bombardeada carrera. Y tal como le pasó a los más de 4 mil fanas presentes en el Court Central de Las Salinas, González admitió que entró a la cancha sin saber que se estaba jugando el trofeo.
"Nunca supe, tenía suficientes problemas con Cuevas para pensar en cosas extras, escuché algo, pero estaba disfrutando del partido. Me dijeron que se dobló el pie, pero uno nunca sabe", explicó el "Torazo".
Pero la sensación que quedó fue que los organizadores pudieron haber avispado antes a la gallá, porque ya a las 9 de la noche se sabía que Mónaco no se iba a levantar ni con una cazuela vudú.
"No estábamos ocultando nada. Todos vieron que (Mónaco) se torció el tobillo jugando la final. Sólo esperamos el resultado de los exámenes y eso toma tiempo... eso sucedió hasta después del inicio del partido (de Fernando)", se la sacó atrapado contra la muralla Álvaro Fillol, dire del torneo.
Lo importante es que el Feña se pegó un salto hasta el 16° y "siempre es lindo ganar un torneo en tu país".
Para cerrar con broche de oro, el Bombardero ganó por 6-4 y 6-1 el amistoso ante Santiago Ventura en el court central. "La celebración empezó anoche", dijo muerto de la risa el Feña al recibir la copa y agradeció "ver el estadio casi lleno", ya que el ATP de Viña "ocupa un lugar importante en mi vida".